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J U L I O 2 0 1 0


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Hace muchos años que este viaje nos estaba esperando. La idea de viajar a la isla donde nació Rehana estuvo presente, rondando en nuestras cabezas, prácticamente desde que nos conocimos. Pero ya fuera por el recrudecimiento de la guerra, por el Tsunami del 2004, o por la pereza de vernos obligados a visitar a familia y demás, lo hemos ido posponiendo años tras año. Este verano finalmente vamos a cumplir con una gran ilusión y visitar Sri Lanka.


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lunes, 12 de julio de 2010

Árboles y tradición.

Día 14, Kandy.
Levantarse con estas vistas y esta atmósfera es un lujazo. El río, amarronado por las fuertes lluvias que cada tarde caen con puntualidad británica, corre abajo entre las frondosas verdes orillas en las que las casas de lujo se sitúan unas aquí otras allá. Estamos en una de esas casas increíbles, de dos pisos, con los techos altos, amplias cristaleras y un gran balcón. El fresquito corre que da gusto y aunque la niebla cubre la cumbre de las montañas el sol empieza a despuntar. Hoy hará un buen día.
Relax es lo que toca hoy, que ya tocaba, valga la redundancia del toqueteo. Tenemos que disfrutar de la casa y aprovechar que por primera vez en todo el viaje podemos descansar y sentirnos verdaderamente at home. No todos los días uno puede disfrutar de una de esas casitas de ricachón y nosotros estaremos aquí dos noches más. Al parecer la familia de Saroj, el amigo, ex novio, amante, o lo que sea, de Rehaza, tiene una de pasta que te cagas. El sobrevive en Londres como puede cuando aquí es el rey del mambo. Por qué? Ni idea, ya se lo preguntaré. La cuestión es que gracias a él estamos aquí como marqueses y no hay que darle muchas más vueltas.
Esta mañana de domingo con un solano guapo guapo nos hemos ido al Jardín Botánico, el más grande del país, formado por más de 400 especies de árbol de distintas partes del mundo, para pasear y aprender un poco más sobre estos increíbles seres vivos que solemos considerar simples percheros. El Jardín, con ejemplares que llegan a los 200 años, fue creado por los británicos a mediados del siglo XIX y hoy en día es un lugar de recreo para los kandyaneses. Curiosísimos árboles como el gigante elephant feet tree por la forma contundente de su tronco, el upas tree, que posee una savia o leche venenosa, o el umbrella tree que puede llegar a tener un diametro de 60 metros en forma de paraguas y sus ramas llegan a convertirse en segundas raíces. El día acompañaba, el sol radiante, un calor muy soportable, la inexistencia de mosquitos y un montón de gente paseando tranquilamente hacían que se estuviera muy bien ahí. Hemos visto también el cinnamon tree, el árbol de la canela que huele  increíblemente, o el árbol de donde se extrae el clavo, que no es más que el hueso seco del fruto que da. Muy interesante y curioso todo.
De vuelta a casa y tras comer, una siestecita para poder estar en forma para el partido de esta noche, a las 12 pm hora local. Qué vidorra! Para la tarde teníamos previsto darnos una vuelta por la city, callejear un poco y luego irnos a ver un baile muy típico  de kandy que es famoso fuera de las fronteras de Sri Lanka. Pero a eso de las 4 a empezado a llover de una manera descomunal y nos ha impedido darnos la vueltecita. Pensábamos que sería lo de siempre, una lluvia intensa pero fugaz, pero nada de eso. Ha caído una tormenta de miedo de más de 4 horas. Parecía que el cielo se iba a caer. Así que al final, después de perrear por casa toda la tarde, como hemos podido, nos hemos ido a ver el espectáculo. Un baile a lo tablao de sevillanas bastante enlatado para turistas, muchos saudíes y rusos allí, que no estaba mal del todo. Han bailado diferentes danzas tradicionales, con máscaras, velas, fuego, y los trajes tradicionales. Me ha gustado bastante el baile kandyanense, muy enérgico a diferencia del balinés que vimos hace 2 años en Indonesia.
Como seguía lloviendo a la salida del espectáculo nos hemos vuelto para la mansión y ahora vienen a cenar unos conocidos de la madre de Rehana. Tenemos alcohol y birras suficientes, montones de cacauetes y guarradas por el estilo, y muchas ganas de ver el partido. Que nadie me toque los huevos que el partido de España hoy es sagrado. ¡A por ellos!

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