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J U L I O 2 0 1 0


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Hace muchos años que este viaje nos estaba esperando. La idea de viajar a la isla donde nació Rehana estuvo presente, rondando en nuestras cabezas, prácticamente desde que nos conocimos. Pero ya fuera por el recrudecimiento de la guerra, por el Tsunami del 2004, o por la pereza de vernos obligados a visitar a familia y demás, lo hemos ido posponiendo años tras año. Este verano finalmente vamos a cumplir con una gran ilusión y visitar Sri Lanka.


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viernes, 23 de julio de 2010

Tsunami zona 0

Día 23, Unawatuna - Kalutara.
Se nos acaba ya el viaje, la ruta llega ya a su fin y estamos pensando en cómo montar los últimos días de estancia en Sri Lanka. Tenemos claro, sobre todo por la presión femenina de mi entorno, que queremos acabar, por los menos los últimos 2 o 3 días en un sitio bueno. No de lujo, pero si bueno, donde uno pueda estar a gusto en la habitación, donde las camas no huelan mal y donde ducharse no sea asquerosillo, que ya vale de sufrir con la suciedad no? Y no hacer nada, no visitar nada, sólo descansar, tomar el sol, leer y ver la tele mientras tomamos cervecitas.
Tras dejar Unawatuna sin ver el sol ni disfrutar de sus paradisíacas playas, según la guía las hay aunque no las he visto así, hemos parado cerca de Galle a desayunar algo y justo en ese momento ha pasado la comitiva, policía y sirenas incluidas, del equipo indio y del equipo srilankés de criket que se enfrentan hoy en el primer match de no sé qué competición en el estadio internacional de criket de Galle. Aquí el criket es el principal deporte. La peña se vuelve loca y los chavales juegan en todos lados. El fútbol también tiene su lugar pero incluso el volei gana al deporte balompédico. No es que vayan a llegar a las Olimpiadas pero al parecer tiene bastante tradición por estas tierras. El criket en cambio lo copa todo. Hay carteles por toda la ciudady además justo en esta serie de partidos se retira el jugador ceilandés más importante de la historia, el Maradona del criket, un tal Murali Daram que por aquí es un Dios. Los carteles tamaño 5 metros están por toda la ciudad. Los partidos duran una eternidad y el ritmo del juego no parece ser muy trepidante. No digo que sea aburrido pero desde la más profunda ignorancia de este deporte, practicado por impolutos señores de blanco, no me llama mucho la atención.
Nuestro destino improvisado, Kalutara. No por lo que nos podía ofrecer. Más bien por lo que nos podíamos ahorrar viendo lo que hacíamos en Unawatuna y teniendo otro contacto aquí. La madre de Rehana tiene una amiga en Estcolmo forradísima que casualmente tiene un hotel en Kalutara, justo a 60 Km de Unawatuna y en la misma dirección que teníamos que coger para ir a Colombo. Así que tras unas llamadas y un meeting, decidimos que nos largábamos para ahí. Teníamos la misma playa y en principio sin pagar un chavo, gratis total. Buen negocio, no?. Pero todo no podía ser tan bonito! Hemos llegado a Kalutara pensando en la triunfada que habíamos pegado pero nos ha salido el tiro por la culata. A veces estas cosas pasan y hay que joderse. De gratis nada de nada. Nos hace un 15% de descuento, una mierda pinchá en un palo teniendo en cuenta que están en temporada baja en el sur, off seasson que dicen por aquí. La madre de Rehana nos dijo que estaba todo arreglado pero al parecer no se entendieron. La cosa es que tenemos que pagar y aunque las habitaciones están limpias y apañás con su tele y todo, no estaba en nuestros planes parar aquí. Aún así, aquí estamos.
Kalutara es un trocito de la eterna carretera que va de Galle a Colombo. A lado y lado hay tiendas mil, algún que otro restaurante y en el lado de la playa 3 o 4 hotelitos de lo más normal. La playa para nada está cuidada aunque de por sí es bonita. No consigo explicarme cómo esta gente es tan descuidada y dejada. Si limpiaran y acondicionaran un poco lo que tienen de veras que esto sería el paraíso. Pero no. La playa está llena de desperdicios naturales como troncos, ramas, además de barcas, trozos de catamaranes inútiles, y perros vagabundos. Creo de manera rotunda que los perros y los autobuses suicidas son los principales problemas a resolver de este país. Tal cual.
Es cierto que estamos en la zona en la que el Tsunami más fuerte pegó pero no hay excusa, con las ayudas que se han dado, para que las playas estén como están. Pero bueno, hablando del Tsunami decir que hemos cruzado zonas en las que había pueblos enteros y ahora no hay nada. Tumbas. Es ahora tierra del gobierno pues familias enteras perecieron y nadie las ha reclamado. Aún son visibles los devastadores efectos de la gran ola. Hay casas destrozadas como si una bomba hubiera explotado cerca. Hemos parado en el Museo del Tsunami, lleno de fotos y recortes de revistas y periódicos donados por gente de todo el mundo, lo lleva una holandesa. Pone los pelos de punta ver todo eso y pensar que estamos en la misma zona en la que 6 años atrás una ola de más de 10 metros se comió pueblos enteros. La desinformación hizo mucho daño también. Nadie sabía lo que era un Tsunami, ni sus indicios ni sus consecuencias. Una familia sueca se salvó porque la niña más pequeña avisó a los padres de lo que se les venía encima, lo había estudiado en el cole, que el mar se retirase repentinamente más de 1 Km era algo muy raro que no podía traer nada bueno. Los locales lo vieron de otra manera. Tan rápido el mar se retiró, después de llegar la primera ola, la pequeña que no hizo más que inundar mínima y momentáneamente las zonas más cercanas a la playa, los aldeanos se metieron en lo que 10 minutos antes era mar a recoger peces, moluscos, cangrejos, etc que habían quedado sorprendentemente al descubierto. Otros incluso sacaron estacas y cuerda para alargar sus parcelas, vaya un regalo del cielo no poder ampliar el jardín unos cientos de metros? Obviamente a la media hora cuando llegó la gran ola se lo llevó todo y a todos. Podían haberse librado muchos de haber estado informados pero nadie sabía nada y nadie les avisó.
Nada más llegar al Hotel y tras ver que meterme en el mar sería imposible por el fuerte oleaje, me he dado un buen chapuzoncito en la pequeña piscina del hotel, que sin estar hecha para hacer los 50 metros estilos cumple con el objetivo básico de refrescar y apaciguar los ánimos. Hemos salido a papear algunos  rotis y tras ver que por aquí no hay mucho que hacer aparte de estar en la playa, eso si hiciera bueno, nos hemos vuelto a perrear al Hotel.
Son las 5 de la tarde y el sol ha salido ahora el muy cabrón. Le queda poco, está empezando el crepúsculo y el mar sigue arreciando. He aprovechado para hacer alguna foto medio chula y ahora escribo, cual Vargas Llosa en sus mejores años, desde la terracita con mi Lion bien a mano. Por lo menos aquí se está fresquito y parece que no hay demasiados mosquitos. Aún. Las chicas están en la habitación, con el aire acondicionado puesto y viendo la tele, viendo pelis tamiles que tanto echan de menos y que tanto enganchan. Son pelis-culebrón rollo telenovela venezolana que duran 3 o 4 horas en las que pasa de todo: lloran, rien, pelean, mueren, se enamoran, cantan, bailan, cantan otra vez y bailan otras tantas más... Son pelis antiguas en las que las actrices que salen podrían ser bien bien la Lola Flores o la Carmen Sevilla indias o, en el caso de los actores, Esteso y Pajares, si estos hubiesen cantado alguna vez durante su carrera. Aquí la gente pobre que va al cine quiere eso mismo: pelis largas, que entretengan y que tengan de todo. Imaginaos a un gordete indio, lleno de vello por los brazos y la espalda, con un mostachón rollo Kebab, que va de guaperas, triunfa como la Coca Cola, canta a lo Bustamante, lleva un tupé a lo Elvis y que además cuando lucha, increíblemente da unas leches a lo Bud Spencer. Es cómico ciertamente, pero aquí se vuelven locos con estas pelis prehistóricas. Ellas tan europeas lo demuestran, están embobadas!
Mañana partimos hacia Colombo. Volvemos al caos y la locura de la capital. No apetece mucho pero no hay mucho más que hacer por aquí. El tiempo no es el mejor para la playa y la zona no está acondicionada del todo para el viajero. Así son las cosas. Veremos cómo lo montamos estos últimos días. Próximamente más noticias.

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